El 11 de febrero los encargados del Aquarium de Donostia nos invitaron a una experiencia nueva y excitante; consistía en pasar toda una noche en el recinto, durmiendo en el tunel donde están los tiburones, las tortugas, las mantas y demás animales marinos. Dormir, lo que se dice dormir…, no durmieron mucho, pero divertirse, se divirtieron un montón. Al día siguiente, además, nos invitaron a desayunar, por lo que la experiencia fue completa.